Primus compite en el ya reñido mercado de periféricos gamers con un teclado mecánico estándar de gama de entrada. El Ballista 90T quiere diferenciarse con un sello visual único y ofrece un desempeño competitivo.
Dentro de mi prioridad en periféricos como redactor y jugador, está el teclado mecánico. Es del que más depende mi desempeño en ocio y trabajo, por lo que busco la mayor comodidad posible en mi día a día.
Tras dar el salto del Primus Ballista 300P al VSG Alnitak TKL, ahora tenemos en reseña el teclado Primus Ballista 90T, un punto medio entre ambos en tamaño y que, por desempeño y precio, puede ser el punto de inicio para gamers.
Especificaciones
Diseño
A primera vista, el teclado mecánico parece premium. Cuenta con superficie de metal plateada que alberga las teclas ABS, muy agradable a la vista, y que puede combinar con una gran cantidad de setups.
El Primus Ballista 90T compensa el peso del metal con una base de plástico, llegando a poco más de medio kilo en total.
El tamaño es el estándar, incluyendo las teclas numéricas de la parte derecha.
La ubicación de las señales visuales de teclas mayúsculas activadas o el bloqueo numérico se ubica sobre las teclas de dirección en vez del teclado numérico, algo que, en lo particular, me parece acertado y a la vista del usuario.
El logotipo (las letras que conforman la palabra Primus) se ubica también en la parte superior de los direccionales; el isotipo (el logo de la marca), sobre el teclado numérico.
La iluminación RGB mantiene 20 patrones de iluminación y 8 efectos de luces gracias a la tecla FN, pero no permite la personalización de los colores en cada tecla en específico. El software que lo acompaña tampoco ayuda en este sentido, teniéndonos que acostumbrar a su distribución de colores.
Su cable trenzado se nota muy resistente y agrada en particular su enchufe USB moldeado. El tamaño, 1.6 metros, también es el correcto.
No cuenta con regulador de volumen en rueda ni posa muñecas que lo acompañe.
Performance
El Primus Ballista 90T mantiene switches propios de color rojo. Redactando sin apuro, las teclas se sienten suaves; en un tecleo más rápido, no hay sensación de frenado ni retroceso. Asimismo, hace un ruido normal sin llegar a ser silencioso, pero tampoco un Cherry Blue.
Su desempeño en gaming no decae, siendo el anti-ghosting ya una herramienta fundamental para cualquier teclado. Probado en títulos como Control o League of Legends, la experiencia ha sido la mejor.
Las teclas siguen siendo de plástico ABS por lo que, en uso, se desgastarán tarde o temprano. Nada de qué preocupar, pero al ser un teclado mecánico referido para videojuegos, podría haber consideración extra en las teclas más usadas como el WASD o QWER.
El software del teclado mecánico permite cambiar entre 3 perfiles, con combinaciones propias de teclas y la asignación de macros. Para gaming y programación, es un gran plus para quien sepa sacarle provecho. Para el jugador promedio, las configuraciones bastarán con las combinaciones con la tecla FN, la cual también brindará acceso a multimedia, búsquedas y hasta el bloqueo del funcionamiento de todo el dispositivo (FN + F12).
Conclusiones
El Primus Ballista 90T es un fuerte competidor en la gama baja/media de teclados mecánicos y un gran punto de entrada. Aunque tiene algunas características básicas y una combinación de colores predeterminada, tiene un estilo visual distintivo encabezado por su placa de metal. Es suave y no tan ruidoso en redacción y gaming, no es pesado y permite la configuración de macros en su distribución de teclas.
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